Por Mercé Lobo, Formadora del Espacio de Geometría Sagrada

La Geometría Sagrada nos ayuda a entender el origen de la creación y las Leyes Universales, Armónicas, que rigen todo lo existente. Por este motivo es muy importante empezar a ver, a sentir la grandeza de un simple punto que es el principio de todo.

Un punto (del latín punctum) siempre es adimensional, no ocupa espacio, ni tiempo. No tiene dimensión, longitud, área, volumen, ni otro ángulo dimensional. Si por ejemplo lo situamos en el centro de una línea, dividiéndola en dos partes, podemos ver que la suma de ambos lados de la línea es exactamente el total de la línea, ya que el punto no ocupa espacio ni tiempo.

Un punto es lo indivisible y sin dimensión, lo podemos considerar como un “Ente adimensional”. Es el Origen para cualquier manifestación.

Por eso, desde el punto de vista del misticismo egipcio, el punto de donde todo sale está descrito de esta forma:

“Para que una fuerza pueda emerger desde un estado adimensional y manifestarse a sí misma, necesita un punto de salida. Un punto que no tiene dimensión, que no ha salido de la unidad del Todo que lo contiene, pero que es necesario para poder manifestarlo. Cuando la fuerza que inicialmente creó un punto emerge del estado adimensional y se mantiene activa durante un periodo de tiempo, el punto se mueve formando una línea y empieza así el proceso de manifestación…”

(Elisabeth Haich, “Initiation”)

El punto es absolutamente nada, pero potencialmente todo lo que existe, así como el vacío es nada, pero en potencia es todo lo que existe, equivale al número cero (0).
Cuando se trabaja con la Geometría Sagrada siempre se parte del punto pues será el origen de cualquier figura.

Hemos de pensar que el punto lo contiene absolutamente todo, es una concentración del Todo. Con la explosión del punto este Todo se manifiesta. Y el movimiento de un punto crea
una línea recta o curva. Considerando la línea recta masculina y la curva femenina. Las dos son igual de importantes en la Creación.

A partir del punto el Espíritu se mueve basándose siempre en seis direcciones, imaginemos que nosotros somos el Espíritu y desde nuestro centro lanzamos primero un haz de Luz hacía
delante, seguido de un haz de Luz hacía atrás, después un haz de Luz hacía la izquierda y un haz de Luz hacía la derecha, para terminar, lanzamos un haz de Luz hacia arriba y otro haz de
Luz hacía abajo. Todos los haces son de la misma longitud, y en realidad todos son lanzados a la vez, podemos ver que así “Dios se manifiesta”, el primer principio que nos expresa el génesis.

Ahora unimos todos lo haces de Luz que hemos lanzado y observamos que estamos dentro de un octaedro.

Y esta figura que nos envuelve, empieza a girar a toda velocidad a nuestro alrededor, acabamos de crear los parámetros de una esfera perfecta, y nos podemos mover dentro de
esta esfera, incluso podemos ir al límite de esta esfera y volver a crear otra esfera, y así sucesivamente.

De la nada viene el Todo, y esta sería la mejor manera de definir el cero.
En el siguiente artículo nos adentraremos en la energía del Número 0 (cero).
Nos vemos en la siguiente entrega deseando de corazón que toda esta información poco a poco nos ayude a que seamos más Conscientes de las Poderosas Herramientas que tenemos a
nuestro alcance como apoyo para Re-encontrarnos ¿con quién? ¡La respuesta está en ti!!
¡Actívala!!!

Espasvo “Gracias por asumir tu propio Poder”
Con todo mi Amor,
Mercè Lobo